Un rollete de verano

Las gotas de sudor se deslizaban por mi cuerpo como pequeños rios sin dirección precisa. ·30º a las 10 pm y con índice de humedad de 74% que hacía subir tres grados más la temperatura ambiente. Estaba sentado con unos pantalones cortos y unas zapatillas. Nada más. A pesar de ello parecía que me acabara de duchar, estaba empapado. Cada movimiento que hacía suponía más sudor. La ventana de para en par abierta apenas servía de nada el calor era bochornoso.

Mi habitación tenía una mesa en la que tenía instalado el ordenador portátil que me servía de soporte a mis trabajos profesionales y los privados. Apreté la tecla de encenderlo y poco a poco fueron apareciendo diferentes pantallas hasta llegar a la última y pedirme el número clave. Sin el nadie podía acceder al mismo excepto algún hacker experimentado en la materia. Sonó la música del programa Windows que era el sistema operativo y de navegación por Internet que usaba desde hacía años. Los diversos iconos se fueron colocando en su sitio correspondiente del escritorio y la pantalla ofrecía un paisaje multicolor que no me disgustaba. Era cerca de la 01:30 am y me disponía a redactar un informe que necesitaba dias después para mi trabajo. Me gustaba la noche para trabajar. La soledad, el silencio, la paz me permitían concentrarme mucho más que

Las mañanas en el despacho con teléfonos sonando, ruidos de máquinas fotocopiadoras y otros artilugios que se suelen usar en nuestra profesión de burócratas o chupatintas.

Yo era el jefe administrativo de una empresa pública por lo cual era funcionario tras haber aprobado la correspondiente oposición al cuerpo superior de administración, máxima categoría que se podía alcanzar en nuestra carrera profesional. Era un trabajo no apasionante però a mi no me aburría. Me gustaba estar entre reclamaciones, facturas, pedidos y trato con el público no funcionario. No era creativo pero tenía muchas variantes que hacían que cada tema fuese diferente del otro aún rigiéndose por las mismas normativas legales.

Como cada vez que conectaba el ordenador de casa, automáticamente se ponía activo el Mesenger o mensajero que te permitía hablar con muchos amigos a los cuales tu previamente habías autorizado para acceder a tu red. Yo tenía como 350 amigos, de los cuales favoritos o por decirlo llanamente los que realmente eran amigos eran unos 125 aproximadamente. El resto eran de relleno porque no sabía decir que no a una petición educada y a veces conocías gente interesante así.

Comencé a analizar los informes previos que debía conocer antes de hacer mi informe final. Era interesante conocer de donde salían las cosas y a donde iban a parar. Por ejemplo los gastos anuales en papel higiénico, en material de oficina, en gastos de representación de los cargos altos y otros gastos que eran bastante dudosos la oportunidad de llevarlos a cabo ahora, inmersos como estamos en una profunda crisis económica que aconsejaba más bien retener o contener el gasto que no fuera estrictamente necesario. Concentrado en mi trabajo miraba de vez en cuando el ordenador por si se recibía algun aviso de conexión, pero la noche parecía estar tranquila.

Pero la vida no deja de sorprenderte a veces cuando menos te lo esperas. Sobre las tres de la mañana apareció un aviso de conexión de pronto y cual no fue mi sorpresa cuando en la foto de la ficha que aparece a cada usuario vi una mujer joven, de unos 30 años, desnuda de cintura para arriba enseñando dos magníficos pechos y sonriendo como si nos conociéramos de toda la vida. Tras la primera acometida de Jessica que así se llamaba aquella mujer como averigüé posteriormente, comencé una conversación normal como otras que hacía con gente que no conocía y tras darle las buenas noches le pregunté de donde era y si nos conocíamos de algo anterior.

El teclado de ella no parecía tener prisa en contestar y yo un poco ansioso por la singularidad del hecho me dediqué a escudriñar la foto del perfil en la que .se observaba una mujer joven, bien dotada de pechos, agraciada en los rasgos de su cara y que sonreía pícaramente como provocando a su interlocutor con esos atributos mostrados sin ningún tipo de recato.

Finalmente y tras 5 minutos de espera que a mi me parecieron 500 se vio movimiento en la escritura de Jessica y tras unos minutos escribiendo me contestó a alguna de las preguntas que le había formulado y otras cosas de cosecha propia.

Tras saludarme y decirme secamente “eres muy guapo” me comunicó que conocía España, había estado en Sevilla y en Valencia y en Madrid y que ahora estaba de vuelta en Colombia, concretamente en Medellín. Tras esto me dijo que estaba en el trabajo y que no podía hacer muchas cosas que seria una conversación corta debido a esto. Eso interpreté yo pero aún no había llegado lo mejor. Me llamaba amor, cielo, cariño con una naturalidad pasmosa sin conocernos apenas. Era una mujer de unos 28 o 30 años con curvas muy pronunciadas cosa que caracteriza mucho a las mujeres iberoamericanas de anchas nalgas y trasero y exuberantes por la parte delantera, es decir, las tetas. Su piel era color moreno chocolate con leche muy suave y su sonrisa franca y de mujer acostumbrada a dominar las situaciones que se le presentaran. Llegados a este punto yo estaba bastante excitado e inseguro ante la seguridad que demostraba mi nueva amiga Jessica. Intente hilvanar unas palabras varias veces para tranquilizarme pero ella se encargaba de virar el asunto a su terreno y mostrar lo que ella creía yo sabía. Cambió la foto del perfil por una de espaldas y de cuerpo entero. Yo sorprendido pero ya más tranquilo observé ese cuerpo exuberante que según nuestros cánones sería de ligero sobrepeso, pero que a ella que era fuerte y alta la hacían parecer una mujer con un cuerpo atractivo, un culo delicioso, grande y bien formado y unas piernas fuertes pero no gordas que ofrecían un conjunto, al menos a mi me lo pareció, harmónico y proporcionado y que aun sobrando algo de carne en su figura la convertía en más atractiva y voluptuosa. Vamos que tenía un buen polvo. Tras unos minutos mirando su foto y ella sin decir nada supongo porque hablaba con más de una persona a la vez, comenzó a hacerme preguntas con un acento colombiano cerrado y llamándome amor, cielo, cariño, etc continuamente, la primera de las cuales ya se la había contestado al conocernos y era mi procedencia. Le dije que vivía en Barcelona, España y ella asintió y me dijo que conocía varias ciudades. En ese momento y por primera vez mi candidez se quedó atrapada y nació en mi la sospecha que una mujer así en tantas ciudades diferentes eran clásicas de las redes de prostitución que las mafias de diversos países utilizan en España para no incurrir en delitos. Las traían desde sus países con permiso de turista de 3 meses a trabajar en ciudades diferentes y cuando se agotaba el periodo legal de estancia salían del pais por Francia y tras unos días volvían a entrar y a gozar de otros 3 meses de estancia como turistas. Así funcionaba la prostitución en España y aun funciona.

En ese momento fui consciente que estaba tratando con una profesional del sector prostitutas pero no veía como encajaba yo allí y más de forma virtual. Que poco sabemos sobre las nuevas tecnologías. Me pregunto si quería ver más fotos de ella desnuda en diferentes posiciones sexys y provocativas y yo evidentemente me apunte con la carencia que arrastraba de sexo. Empezó a poner como un álbum de fotos con una aplicación del Messenger que entonces no conocía y ahora domino, en la cual se podían ver de una en una o por grupos las diferentes fotos o “pics” como dicen en argot. Mi excitación anterior comenzaba a cambiar de rumbo la inseguridad de la situación había dado paso a un interés sexual por las fotos ya que eran muy provocadoras y casi diría que porno blando. Yo estaba comenzando a calentarme sexualmente con las fotos y además Jessica era un cielo y me decía que todo era para mi que hiciese todo lo que me apeteciera.

Llegado este momento he de decir que estaba excitadísimo sexualmente y necesitaba hacer algo para aliviarme, fue entonces cuando Jessica me preguntó :”Sindi tenés cam web en el ordenador? Yo contesté que sí pero que quería hacer con una cam allí. Su respuesta fue clara y directa como ella me dijo”conéctala y enfócala a tu polla que quiero ver como la tienes”. Yo un poco cortado le dije que si ella no haría lo mismo pero no tenía cam y no podía ofrecer más que fotos (hay que recordar que había dicho que estaba en el trabajo????). Con las manos temblando seleccioné el modo cam y tras girar el ordenador de forma rara ya que la cam estaba integrada en el frontal intenté enfocarla a mi pene mientras a la vez trataba de excitarlo y que viera algo lustroso Jessica. Al final doblando la cubierta del ordenador y adoptando yo una posición un poco incómoda conseguí enfocar cam y pene y Jessica comenzó a decirme cosas excitantes mientras yo miraba las fotos para masturbarme.

La verdad es que era un encanto esa mujer me jaleaba la masturbación y me decía que me la iba a chupar entera que la tenía muy gorda y que la ponía muy caliente. Se creo un ambiente increíble, yo masturbándome delante de una cámara y mirando unas fotos excitantes, Jessica diciéndome que me iba a follar cien veces y que quería la leche de la paja y que me la chuparía. Así pasaron varios minutos de caos erótico hasta que me corrí y ella se pego a la pantalla para comerse la leche y chuparme la polla mientras decía cosas guarras pero excitantes para mi. Yo después de manchar el ordenador y otras cosas me tranquilice y ella me hablaba sobre que me gustaría hacerle hora y yo pues le decía las brutalidades más impensables y así poco a poco volvimos a la calma. Que agotamiento y que gusto a la vez, acababa de saber en carne propia que es el cibersexo con Webcams, que por lo visto y lo que veo ahora esta de moda, me había aliviado la tensión sexual y había vivido una experiencia única pero que ahora ya he repetido varias veces, incluso con parejas y tríos. Pero yo sólo mujeres. Està plagado de tías y tíos que practican este sexo virtual; es barato, no tienes que salir y el contacto no es el mismo pero no está mal. Ahora Jessica cuando puede viene una vez a la semana a verme y como profesionales realizamos nuestros juegos sexuales y después cada uno a su rollo. Es una alternativa al sexo convencional. Es cuestión de tiempo. Otros días me dice que ha quedado con una amiga para hacer el amor que ya vendrá en otra ocasión. Tenemos una relación libre que aprovechamos cuando nos apetece. Esto es lo que me pasó y así os lo explico no se si es demasiado fuerte para publicarlo. Decidme que no valdría y trataría de rehacerlo.

Esplugues de Llobregat, Barcelona, 1 de Agosto de 2010.

Sindi Viz dixit

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